Redacción. Madrid
El investigador principal del Martinos Center for Biomedical Imaging del Massachusetts General Hospital (Estados Unidos), Larry Wald, ha asegurado que en la próxima década se va a poder diagnosticar el azheimer, antes de que aparezcan los síntomas, gracias a las aplicaciones clínicas del escáner de resonancia magnética (MRI) de alta sensibilidad, en el que siguen trabajando dos años después de que Siemens iniciara la comercialización de su modelo de siete teslas de potencia.
Larry Wald.
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En el marco de los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Wald ha explicado el impacto que tiene y puede tener esta herramienta en la detección precoz de enfermedades mentales y degenerativas mediante el estudio de cerebros en sujetos vivos. “Actualmente, tenemos un impacto en enfermedades como los tumores cerebrales o los infartos pero lo que realmente deseamos es que el MRI se utilice clínicamente para enfermedades como el alzheimer, la esquizofrenia o, incluso, la depresión porque son enfermedades muy importantes y con un alto coste para la sociedad”, ha comentado.
En este sentido, el investigador se ha mostrado optimista con el hecho de que este instrumento pueda ver la densidad de las placas y ovillos neurofibrilares, dado que ya se ha conseguido observar en ratones utilizando escáneres para animales muy potentes. A su juicio, la observación de estas estructuras y las islas de células, que primero mueren en los procesos de Alzheimer, sería como “el Santo Grial”.
Y es que las aplicaciones clínicas mediante los MRI y, en concreto, el desarrollado por el equipo de este investigador que ya ha llegado a los 9,5 teslas y 96 antenas o canales de adquisición simultánea de resonancia, ha supuesto un importante avance en el estudio en vivo del cerebro ya que se ha logrado observar las estructuras laminares de la corteza cerebral, lugar donde se originan la mayoría de enfermedades mentales.
En cuanto al futuro del uso de MRI en la medicina, Ward ha recordado que cada año se asegura que este escáner “está muerto como tecnología” pero que, al mismo tiempo, alguien aparece con una innovación, con una nueva forma de ver las cosas y con nuevos aspectos a analizar. “Esto ha hecho que tengamos un nivel de progresión de avance constante que ha sorprendido a muchos. Así que soy optimista y, teniendo en cuenta que en diez años hemos conseguido obtener imágenes diez veces mejores, pienso que en la próxima década podemos lograr nuestros objetivos”, ha concluido.
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